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Una Voz En Las Sombras

Observé mi reloj mientras buscaba, bajo un árbol, refugio para la inclemente lluvia. Ella llegaba con retraso, como casi siempre. al verla venir a través de la bruma me incorporé y salí a su encuentro - aquí me tienes - dijo ella observé sus ojos, delataban el brillo de un nuevo amor. Mis besos habían quedado en el pasado, mis caricias en las frías noches de invierno ya no eran más que un recuerdo imperecedero en mi memoria. Consumía el silencio, necesitaba una palabra. pero, sin embargo me vi llorando bajo la lluvia. El hombre en mí, jamás se había sentido tan lánguido y frágil. Parecía que la más leve brisa podría quebrarme. Aunque, mi corazón, yacía roto en mil pedazos y ya no podía volver a unirlos. - nunca me olvides - le dije ella asintió con su cabeza y me dio un beso, un beso corto y fugaz pero que se prendió en mi como mil agujas queriendo penetrar mi piel. La vi marchar casi tan rápido como la había visto llegar. ¿Ahora qué haría con mi vida sin su ayuda? ¿Qué se

El Fabricante De Lluvia

                                                    por Danubio De Campos Pensar en el invierno es pensar en ella, en su recuerdo más bien. Mientras la lluvia cae por el marco derruido de la ventana  intento, semi desnudo, dormir. Mis ojos ruegan, mis manos lloran y mis labios reclaman por un resabio de calor. Ese calor que un día creí seguro.   Ojos, manos y voz, recuerdos de aquel ensoñado día en que nos juramentamos eterno amor. Días que en un solo momento percibo tan lejos de mi mientras clamo su nombre en voz alta, ya ni siquiera el quieto rumor de la chimenea podía ser un arrullo a mi alma solitaria y profundamente atormentada. En la rivera quieta de la noche, observo su fotografía. ¡Oh, ni siquiera la voluntad de mi alma deja olvidar por un segundo su aroma y la voz, en aquel momento en que su voz era mi voz, su convicción mi ensueño y su mirada mi ambrosía!.  Yo prometí, mis labios profirieron un rotundo: Nunca más un día de julio. Esa promesa no dejaba tregua